La huella indeleble del abandono escolar

Jocelyn Mendoza González*

 

El problema educativo del abandono escolar ha existido, existe y seguirá existiendo a lo largo de todas las épocas, desde el periodo conservador hasta el neoliberal, pasando por una educación elitista y accesible solo para los sectores privilegiados, la modernización con la creación de las escuelas públicas, la expansión de la educación primaria para reducir el analfabetismo hasta la descentralización y privatización del sector educativo; en cada una de estas etapas, el abandono escolar ha hecho acto de presencia, afectando a los sectores más vulnerables o vulnerados, como lo son los jóvenes, quienes enfrentan a dos grandes “monstruos” educativos: la violencia social y la pobreza.


En los últimos tres ciclos escolares, el índice de abandono escolar, según el INEGI[1] y la Secretaría de Educación Pública[2], muestra el efecto que tuvo la pandemia por COVID-19 en la trayectoria educativa de los jóvenes bachilleres durante el ciclo escolar 2020-2021, logrando una considerable disminución al término del ciclo 2022-2023. En el ciclo escolar 2020-2021, el índice de abandono escolar en el nivel medio superior fue de 10.8; mientras que en el ciclo 2021-2022, el índice ascendió 0.8 puntos porcentuales, alcanzando el 11.6; y el último reporte correspondiente al ciclo escolar 2022-2023, considera un índice de 8.7, con un descenso significativo de 2.9 puntos porcentuales.

Durante este último, el INEGI reporta un total de 2,582,177 mujeres y 2,420,910 hombres inscritos en el nivel medio superior, donde el 8.4% de las mujeres y el 12.1% de los hombres abandonó anticipadamente los estudios. Por otro lado, la Encuesta Nacional sobre Acceso y Permanencia en la Educación (ENAPE)[3], muestra una diferencia en bachillerato, como último grado de estudios, a favor de las mujeres entre 15 y 17 años de edad sumando cerca de 1,275,438; mientras que la población masculina es de 1,226,898 aproximadamente.

Pareciera que las mujeres vamos a la delantera en la obtención de la enseñanza del tipo medio superior; sin embargo, existe una fuerte problemática que está siendo invisibilizada por las autoridades que encabezan el Sistema Educativo Nacional, causando un aumento en las cifras de abandono escolar en los jóvenes entre 15 y 24 años, impactando también la eficiencia terminal en educación superior: la violencia social y la pobreza.

No es casualidad que los estados de la República Mexicana con mayores índices de abandono escolar en el nivel medio superior para el ciclo escolar 2022-2023, dos años después de la emergencia sanitaria, concentren los índices de violencia social más altos. Es el caso de San Luis Potosí (12.1), Coahuila (11.7), Nayarit (11.5),  Campeche (11), Chihuahua (10.9), Guanajuato (10.9), Querétaro (10.7), Baja California (10.3), Morelos (10.1) y Guerrero (10), cuyos índices se encuentran muy por encima de la media nacional (8.7).  En marzo de 2024, 66.5 % de las mujeres y 54.5 % de los hombres consideraron inseguro vivir en su ciudad[4].

Según la Encuesta Nacional sobre Seguridad Pública Urbana[5] “durante el primer trimestre de 2024, 32.8 % de la población de 18 años y más tuvo algún conflicto o enfrentamiento, de manera directa, con familiares, con las compañeras o los compañeros de trabajo o escuela” (párr. 7). Los delitos más comunes se relacionan con: consumo de alcohol en las calles (59.2 %); robos o asaltos ( 49.0 %); vandalismo en las viviendas o negocios (40.6 %); venta o consumo de drogas (38.6 %); disparos frecuentes con armas (37.0 %); bandas violentas o pandillerismo (25.0 %), tal como lo narra Yareth (18 años), quien abandonó en dos ocasiones la escuela:

A la edad que tenía (15 años), pues no carburaba bien lo que estaba haciendo, se me hacía muy fácil el afán de drogarme, de estar tomando, pues [mi amigo Osvaldo] cuando iba a robar o algo así, pues [quería] no tener miedo. Luego, [entre semana] lo iban a amenazar, le iban a pegar, y ahí era donde entraba [yo] a defenderlo, y me peleaba por él, yo le pegaba a la gente con mis amigos, sólo por él[6].

Otra cara de la misma moneda, es la pobreza, donde el índice de abandono escolar también supera la media nacional, son los estados de: Hidalgo (10.3%), Morelos (10.1%), Guerrero (10%), Oaxaca (9.9%), Zacatecas y Chiapas (8.9%)[7]. Destacan los estados de Hidalgo y Guerrero, que aparecen en ambos rubros.

La situación económica familiar también incide significativamente en el trayecto educativo de los jóvenes, debido a  que en muchas ocasiones no es posible costear la educación de los hijos y las hijas en la escuela a la que desearían ingresar. Kenia batalló junto con su madre para encontrar un bachillerato que se adaptara al presupuesto familiar; sin embargo, su abuela materna hizo posible que ella pudiera continuar sus estudios a pesar del aumento de las colegiaturas.

Fuimos a ver las escuelas que están por mi zona, pero en ninguna me aceptaban por el promedio de seis del certificado [de secundaria], que fue muy bajo, y no me aceptaban porque el promedio mínimo era de siete u ocho en algunas, y ya fue cuando venimos a investigar en el centro [de la ciudad], pero eran todas caras, la mayoría eran de paga, y ya pues tuvimos que buscar una como que más económica que mi mamá pudiera pagar, y ya fue cuando vimos esta. Hace un año la colegiatura estaba un poco más barata, ahorita ya subió, y mi abuela le está ayudando a mi mamá a pagar mi escuela (Kenia, 18 años)[8].

No sólo las y los jóvenes, sino las familias enteras, sufren los efectos de la violencia social y la pobreza, uniendo fuerzas para combatir a estos dos “monstruos” del abandono escolar, diversos miembros de familia tratan de impedir que ellas y ellos dejen inconclusos los estudios de bachillerato; sin embargo, las opciones son pocas y se agotan cada vez más, quedando así en soledad.

En conclusión…

El combate al abandono escolar en México requiere de un enfoque multidimensional que aborde las causas socioeconómicas, culturales e institucionales que propician este fenómeno. La implementación de políticas educativas integrales, focalizadas en las zonas con mayor índice delictivo, es fundamental para romper el círculo vicioso entre violencia, pobreza y abandono escolar, como lo es un conjunto de fuerzas políticas, sociales y familiares:

  • Mayor inversión en educación en zonas marginadas

  • Más becas y programas de apoyo económico

  • Más y mejores programas de prevención de la violencia y promoción de la cultura de paz

  • Incremento en la participación activa de las familias en la educación para construir un futuro más próspero y equitativo para las juventudes mexicanas.

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[1] Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2024). Tasa de abandono escolar por entidad federativa según nivel educativo, ciclos escolares seleccionados de 2000/2001 a 2022/2023. Recuperado de: https://www.inegi.org.mx/app/tabulados/interactivos/?px=Educacion_11&bd=Educacion

[2] Secretaría de Educación Pública (2022). Estadística e indicadores educativos por entidad federativa. Recuperado de: https://planeacion.sep.gob.mx/Doc/estadistica_e_indicadores/EstIndEntFed2022/33_REP_MEX.pdf

[3] Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2022). Encuesta Nacional sobre Acceso y Permanencia en la Educación 2021. Recuperado de: https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2022/ENAPE/ENAPE2021.pdf

[4] Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2022). Gobierno, Seguridad y Justicia. Tasa de incidencia delictiva por entidad federativa de ocurrencia por cada cien mil habitantes. Recuperado de: https://www.inegi.org.mx/temas/incidencia/

[5] Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2024). Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU). Primer Trimestre de 2024. Recuperado de: https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2024/ENSU/ENSU2024_04.pdf

[6] Mendoza, J. (2021). La trayectoria educativa de jóvenes con rezago. Un estudio desde la subjetividad. Academia Journals. 3(1). (Tesis doctoral).  Recuperado de: https://www.academiajournals.com/revista-concytep-2021.

[7] Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (2024). Porcentaje de población con ingreso laboral inferior al valor monetario de la canasta alimentaria según entidad federativa. Recuperado de: https://shorturl.at/EW3jk

[8] Mendoza, J. (2021). La trayectoria educativa de jóvenes con rezago. Un estudio desde la subjetividad. Academia Journals. 3(1). (Tesis doctoral).  Recuperado de: https://www.academiajournals.com/revista-concytep-2021.


*Jocelyn Mendoza González

Integrante de MUxEd. Doctora en Educación por la UPAEP. Profesora de posgrado en la Universidad Pedagógica Nacional en Puebla y en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla. Miembro del SNII y del Consejo Mexicano de Investigación Educativa como Asociado Titular. Su línea de investigación aborda los significados que construyen los jóvenes durante el trayecto educativo.




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