La educación del mañana es hoy
Claudia Castellanos Tamez*
¿Por qué innovar experiencias de aprendizaje con competencias para el futuro? Las nuevas generaciones requieren modelos de aprendizaje reconfigurados. Pero aún persisten muchos modelos educativos que están anclados en el pasado, repitiendo estructuras diseñadas para un mundo que ya no existe. En este artículo conocerás otros marcos.
Vivimos en un mundo acelerado, incierto y profundamente transformado por la tecnología. Las generaciones presentes enfrentan un futuro que exige más que conocimientos estáticos: necesitan competencias de futuro que les permitan adaptarse, crear e innovar en un contexto digital y global cambiante. Sin embargo, muchos modelos educativos actuales están anclados en el pasado, repitiendo estructuras diseñadas para un mundo que ya no existe.
¿Por qué es urgente innovar en la creación de experiencias de aprendizaje que formen a estas generaciones con las herramientas necesarias para enfrentar ese futuro? La respuesta radica en la irrupción de tecnologías emergentes que están redefiniendo el trabajo, la sociedad y la educación misma.
El mundo digital actual está caracterizado por una disrupción exponencial sin precedentes. Está siendo moldeado, entre otras tendencias, por la convergencia de tecnologías transformadoras como la inteligencia artificial, el Internet de las Cosas, el blockchain, las realidades mixtas, las biotecnologías, entre otras. Estos avances, que según Alexander[1] están redefiniendo la educación superior hacia entornos híbridos y personalizados, y según Diamandis y Kotler[2] aceleran el cambio a un ritmo equivalente a décadas en pocos años, exigen nuevas competencias para navegar un futuro incierto. Estas herramientas transforman la economía y la cultura y exigen nuevas formas de pensar y de actuar. Agentes inteligentes –como robots tutores o sistemas de aprendizaje adaptativo– ya coexisten con estudiantes y educadores ampliando sus posibilidades de desarrollo, pero también planteando retos éticos y de equidad.
Por ejemplo, la inteligencia artificial puede personalizar aprendizajes, pero también puede perpetuar sesgos si no se diseña con cuidado. Este contexto exige que las experiencias de aprendizaje incorporen competencias como las propuestas en marcos como el Future Skills Navigator, que busca elevar habilidades humanas esenciales de forma comprehensiva; o las competencias de futuro para contextos educativos y laborales inciertos, propuestas por Ulf-Daniel Ehlers, que implican innovar la educación superior y fomentar la sostenibilidad organizacional. Según Ehlers[3]:
“...las competencias del futuro son las que permiten a los individuos resolver problemas complejos en contextos de acción altamente emergentes de forma autoorganizada y les permiten actuar [con éxito]. Se basan en recursos cognitivos, motivacionales, volitivos y sociales, se fundamentan en valores y pueden adquirirse en un proceso de aprendizaje”.
Estos y otros marcos destacan competencias cruciales: alfabetización digital, pensamiento de diseño, autoorganización, resiliencia frente a la incertidumbre y capacidad de cooperar en entornos complejos. Sin embargo, los sistemas educativos tradicionales, centrados en contenidos memorísticos y lineales, no abordan estas necesidades. Según el World Economic Forum, la Educación 4.0, actualizada en 2023, debe cultivar un conjunto de habilidades, o skillsets, que preparen a las personas para un mundo impulsado por la tecnología y la sostenibilidad[4]. Este enfoque enfatiza habilidades como el pensamiento crítico, la creatividad, la colaboración digital, la adaptabilidad y la alfabetización en IA, alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los retos del cambio climático, la equidad y la digitalización global. Estas competencias deben integrarse en experiencias de aprendizaje que trasciendan las aulas tradicionales, promoviendo entornos híbridos donde las personas aprendan a co-crear soluciones con tecnología avanzada.
La innovación debe partir de experiencias de aprendizaje que coloquen al estudiantado en el centro, promoviendo su autonomía y capacidad de autoorganización. Esto implica diseñar entornos donde las personas no consuman conocimiento. Se trata de que lo creen, lo cuestionen y lo adapten a contextos inciertos. El Future Skills Navigator propone un marco integral, con dieciséis grupos de habilidades integradas en 4 ámbitos—racional, emocional, espiritual y transformacional—que abarcan las dimensiones humanas esenciales para el desarrollo positivo personal, social y planetario. Este enfoque trasciende las competencias técnicas mediante la integración de análisis sistémico, regulación emocional, propósito espiritual y acción transformadora, alineadas con los retos globales y tecnológicos[5].
La incursión de IA amplifica esta necesidad. Las interacciones laborales incluirán cada vez más sistemas y agentes inteligentes, requiriendo habilidades de colaboración humano-máquina y una comprensión ética de la tecnología[6]. En educación, la IA facilita tutorías personalizadas, análisis de datos para optimizar aprendizajes, y la creación de experiencias de aprendizaje enriquecidas, pero también exige competencias reflexivas, alfabetización digital, competencia de sistemas, de manejo de la ambigüedad, entre otras descritas por Ehlers[7]. Sin una formación integral, las generaciones actuales podrían quedar excluidas de estos avances, perpetuando brechas tanto de género como de acceso, un problema que afecta especialmente a las mujeres en contextos digitales. Como sugieren Fadel y otros[8], la educación debe rediseñar su currículo para cultivar conocimiento, habilidades, carácter y meta-aprendizaje, asegurando versatilidad y equidad en la era de la IA.
Innovar las experiencias de aprendizaje implica abandonar modelos rígidos y estandarizados. En lugar de currículos que miran al pasado, necesitamos diseños que integren competencias de futuro en cada etapa: desde la educación básica hasta la educación superior y la formación continua. Pero también requerimos un enfoque en la diversidad y la inclusión, garantizando que todas las personas, independientemente de su género o contexto, desarrollen estas capacidades. Las mujeres, en particular, deben liderar esta transformación, aportando perspectivas disruptivas que aborden las inequidades digitales y promuevan una educación equitativa.
El Future Skills Navigator, y otros marcos de competencias de futuro, ofrecen una hoja de ruta clara: integrar competencias como la alfabetización en IA, la gestión de la identidad digital y la capacidad de innovar en entornos complejos. Estos elementos deben permear cualquier diseño educativo, desde aulas físicas hasta plataformas en línea, asegurando que las generaciones presentes prosperen en un futuro incierto. La educación debe ser un puente hacia un mañana esperanzador, co-creado con tecnologías inteligentes y un compromiso ético hacia la humanidad.
Nota final: Este artículo fue co-creado con Grok 3 beta, una inteligencia artificial de xAI, como una muestra práctica de la aplicación de competencias digitales para construir mejores futuros educativos, demostrando que la colaboración humano-máquina en la innovación educativa es posible.
Redes sociales:
LinkedIn: Claudia Castellanos Tamez
[1] Alexander, B. (2020). Academia next. Johns Hopkins University Press.
[2] Diamandis, P., & Kotler, S. (2020). The future is faster than you think: How converging technologies are transforming business, industries, and our lives. Simon & Schuster.
[3] Ehlers, U.D. (2020). Future skills: The future of learning and higher education Karlsruhe, Germany: Books on Demand (pp. 29, 34-36, 48-53).
[4] World Economic Forum. (2023). “Skillsets Cultivated by Education 4.0”. Recuperado de: https://www.weforum.org/stories/2023/01/skillsets-cultivated-by-education-4-0-davos23/
[5] Pechstein, A., & Schwemmle, M. (2023). Future skills navigator: Upskilling humankind for a better future (pp. 60-71). TFC Publishers / Futuready GmbH.
[6] OECD. (2021). OECD Digital Education Outlook 2021: Pushing the Frontiers with Artificial Intelligence, Blockchain and Robots. Recuperado de: https://www.oecd-ilibrary.org/education/oecd-digital-education-outlook-2021_589b283f-en
[7] Ehlers, U.D. (2020). (pp. 90-95).
[8] Fadel, C., Black, A., Taylor, R., Slesinski, J., & Dunn, K. (2024). Education for the age of AI: Why, what and how should students learn for the age of artificial intelligence? Independently published.
*Claudia Castellanos Tamez
Integrante de MUxED. Pedagoga hacker, pensadora disruptiva, diseñadora de experiencias de aprendizaje innovadoras con enfoque social. Profesora de Aplicaciones Lúdicas para el Aprendizaje, Escuela de Pedagogía, Universidad Panamericana.