Tengo discapacidad intelectual, ¿puedo ir a la universidad?
María Edith Reyes Lastiri*
La Universidad Iberoamericana de la Cd. de México (IBERO) ha manifestado un marcado interés en gestiones incluyentes. Tiene políticas de inclusión que procuran atención a la diversidad socioeconómica, cultural, de género y de pueblos originarios. Promueve también acciones de inclusión a la discapacidad intelectual mediante el Programa Educativo y Social para Jóvenes con Discapacidad Intelectual: Somos Uno Más (PSUM).
Las universidades han cambiado
Las instituciones de educación superior dieron cabida durante siglos a grupos sociales elitistas. Sus poblaciones “… fueron relativamente homogéneas: varones, solteros, heterosexuales, blancos, de altos ingresos y elevadas disposiciones culturales; no había espacio para los indígenas, los pobres ni las mujeres; se excluyó a los homosexuales, a los negros y por supuesto a las personas con discapacidad”.[1] Hoy, los espacios universitarios tienen una composición multicultural, mayores índices de participación femenina e integran a estudiantes con discapacidad.
Es cada vez más frecuente que las universidades abran sus puertas a la diversidad, que opten por modelos de Educación Superior adecuados a las características de sociedades democráticas que se enfocan en rescatar el valor de la diferencia; que pugnan por ejercer principios fundamentales como la igualdad y la no discriminación; y que identifican la necesidad de atender a grupos vulnerados, como las personas con discapacidad.
Las universidades tienen el papel esencial de equilibrar funciones de formación profesional con el desarrollo de la responsabilidad y el compromiso social. Así, la universidad debe esforzarse para formar ciudadanos inclusivos, que entiendan la diversidad como una oportunidad de enriquecimiento personal y social[2].
Las universidades no reciben a todos los estudiantes y, muchos de los que ingresan, tienen que enfrentar grandes obstáculos para permanecer, por eso varios autores proponen: “Avanzar hacia la construcción de universidades donde todos puedan aprender” y reconocen que “es una tarea inaplazable que muchas instituciones desconocen cómo enfrentar”[3].
En una investigación para analizar el nivel de inclusión educativa para personas con discapacidad (PCD) en instituciones de educación superior se detectó que éstas conforman una población heterogénea, que presenta numerosas condiciones y que, sin duda alguna, tiene derecho a recibir educación: “…el Estado debe respetar, proteger y garantizar que los ciudadanos en esta situación puedan ejercer este derecho, y otros, sin ningún tipo de limitante o discriminación”[4].
Cada vez más autores identifican la importancia y pertinencia para que las PCD accedan y participen en las universidades. Crecen las iniciativas, programas y procesos de inclusión y apoyo.
¿Qué pasa en la IBERO?
La IBERO identifica la diversidad de alumnos y profesores como elemento enriquecedor que favorece la inclusión y cuenta con una serie de programas institucionales de incidencia social que apoyan la atención de alumnos con alguna discapacidad o necesidad específica de aprendizaje[5]. Su Programa Somos Uno Más (PSUM) brinda a jóvenes con discapacidad intelectual la posibilidad de transitar por espacios escolares de educación superior como un derecho que les corresponde para vivir una experiencia universitaria adecuada a sus intereses y habilidades. Considera que la inclusión de jóvenes con discapacidad es un recurso de aprendizaje tanto para los estudiantes del PSUM como para toda la comunidad universitaria. Es un programa, no es una licenciatura. Es una alternativa educativa y social para jóvenes con discapacidad intelectual que se encuentran en edad (18-25 años) de ingresar a la universidad.
Nace en 2014 en el Departamento de Educación[6]. Fue diseñado por pedagogas y psicólogas que estructuraron una propuesta formativa, con duración de tres años, cuyo objetivo esencial es desarrollar competencias para una vida autónoma en jóvenes con discapacidad intelectual en un ambiente universitario. Supone fundamental desarrollar en los alumnos aspectos de autodeterminación y autonomía, fortaleciendo su identidad como participantes activos de la sociedad. Incluye el desarrollo espiritual y actividades de responsabilidad social para el desarrollo integral de los mismos y se enfoca en fortalecer conductas adaptativas en un contexto específico, para el desarrollo de competencias de independencia. Incorpora también algunas competencias necesarias para su posterior inclusión a la vida laboral.
El PSUM contribuye a que las PCD intelectual tengan autonomía para desarrollar un plan de vida y pretende:
Formar personas libres, solidarias y sensibles ante el sufrimiento de los demás, y comprometidos activos en la construcción de la sociedad a la que aspiramos
Ofrecer un programa individualizado, innovador, flexible y acreditado por la IBERO que proporcione las herramientas necesarias para la vida independiente y la toma de decisiones de los alumnos.
Fomentar la sensibilización de la Comunidad Universitaria en la realidad de la discapacidad intelectual y el reconocimiento del enriquecimiento social y cultural mutuo de este colectivo en el ámbito universitario
Desarrollar una cooperación mutua y eficaz entre instituciones educativas de la misma índole, a través de la participación activa que promueva, respalde y fortalezca los derechos y deberes de las personas con discapacidad; propiciando un camino común que sirva para coordinar acciones para un mismo fin.
Promover la réplica del programa en instituciones educativas confiadas a la Compañía de Jesús de todo el país, fortaleciendo un trabajo en red que consolide y promueva el modelo educativo jesuita.
Después de ocho años se han atendido a 60 estudiantes.
El equipo de trabajo se sustenta en un sistema de apoyos articulado que brinda acompañamiento a los estudiantes por otros estudiantes de últimos semestres que realizan su servicio social en el PSUM. Ello permite un acompañamiento “horizontal” que modela rutinas, conductas y en ocasiones hasta relaciones de amistad entre los jóvenes con discapacidad y quienes hacen servicio social.
Figura 1. Áreas del Programa (Elaboración propia)
El PSUM obtuvo medalla de plata en la segunda emisión del Premio Interamericano de Modelos Educativos Innovadores en Educación Superior, cuyo objetivo es “promover el conocimiento, intercambio y difusión de experiencias y prácticas en las IES que por sus características y resultados son ejemplos relevantes de innovación educativa en educación superior”[7].
Entre sus metas a corto plazo, sobresale el proceso de certificación de algunos estándares seleccionados para realizar los procedimientos en las entidades certificadores de competencias de CONOCER y la posibilidad de replicar el modelo del programa en otras universidades jesuitas.
Conclusiones
Cada día crece la idea de reconocer y respetar los derechos de las PCD. En consecuencia, se ha visibilizado y empoderado a este grupo de personas en algunas instituciones de educación superior. La IBERO es un espacio de educación superior donde se han conjugado una cultura inclusiva de años de formación, políticas de inclusión a la diversidad y prácticas cotidianas de inclusión.
El PSUM es, en general, una buena práctica de atención a la diversidad y, en particular, una alternativa educativa y social para los jóvenes con discapacidad intelectual que anhelan mejorar sus procesos de independencia y autonomía.
Es fundamental reconocer, que los estudiantes con discapacidad están entre nosotros, sin embargo, siguen siendo invisibles en muchas instituciones educativas. Y los jóvenes con discapacidad intelectual son más invisibles aún por los paradigmas culturales que reproducen creencias, dudas y prejuicios acerca de la educación inclusiva de personas con discapacidad intelectual en las universidades.
¿A qué van las personas con discapacidad intelectual a la universidad? ¿Estudian licenciatura en qué? ¿Baja el nivel académico de las carreras? ¿Les dan título? ¿Les hacen bullying? ¿Les enseñan un oficio? Estamos aún aprendiendo a identificar a la educación como un derecho, que dar la bienvenida a PCD es una realidad, y que su atención es un tema de derechos, de equidad y de justicia.
Redes sociales
Correo: maría.reyes@ibero.mx
Twitter: @maedrela58
Bibliografía
Cruz, R. & Casillas, M.A (2017). Las instituciones de educación superior y los estudiantes con discapacidad en México. Revista de la Educación Superior, 46(181), 37-53.
González García, J. A., Zúñiga Llamas, A., y Arce Casas, P. O. (2021). Un panorama sobre la cobertura educativa a nivel superior en México para personas con discapacidad. IE Revista de Investigación Educativa de la REDIECH, 12, e1171. doi: 10.33010/ie_rie_rediech. v12i0.1171.
Márquez, C., Sandoval, M., Sánchez, S., Simón, C., Moriña, A., Morgado, B., Moreno-Medina, I., García, J. A., Díaz-Gandasegui, V., & Elizalde-San Miguel, B. (2021). Evaluación de la Inclusión en Educación Superior Mediante Indicadores. REICE. Revista Iberoamericana Sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, 19(3), 33–51. https://doi.org/10.15366/reice2021.19.3.003
Fundación Organización Universitaria Interamericana (2019). Modelos Educativos Innovadores en Educación Superior. Compilación: Fernando Daniels. https://oui-iohe.org/wp-content/uploads/2021/09/Publicaci%C3%B3n_Modelos-Educativos-Innovadores-en-Educaci%C3%B3n-Superior_-Fundaci%C3%B3n-Organizaci%C3%B3n-Universitaria-Interamericana.pdf
Reyes Lastiri, M. E. (2018). Percepción de indicadores de inclusión en la educación superior: El caso de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México (tesis doctoral), Universidad de Valladolid, Valladolid, España.
Salceda, M. & Ibáñez, A. (2015). Adaptación del Índex for Inclusion al ámbito universitario: Estudio preliminar. Intangible Capital, 11(3), 508-545. http://www.intangiblecapital.org/index.php/ic/article/ view/647
[1] Cruz y Casillas, 2017, p. 38.
[2] Salceda e Ibáñez, 2015.
[3] Márquez, C., Sandoval, M., Sánchez, S., Simón, C., Moriña, A., Morgado, B., Moreno-Medina, I., García, J. A., Díaz-Gandasegui, V., & Elizalde-San Miguel, B., 2021 p.39.
[4] González García, J. A., Zúñiga Llamas, A., y Arce Casas, P. O., 2021 p. 3.
[5] Reyes Lastiri, M. E., 2018.
[6] Su antecedente es el Programa “Construyendo Puentes”, que durante ocho años integró a PCD intelectual en la comunidad universitaria, lo que favoreció la cultura inclusiva de la institución. Actualmente depende de la Dirección de Formación Ignaciana en la Dirección General del Medio Universitario.
[7] Este premio lo convoca la Organización Universitaria Interamericana (OUI), el Colegio de las Américas (COLAM) y la Universidad Cooperativa de Colombia (UCC). Ver COLAM.OUI-IOHE.ORG, 2018.
*María Edith Reyes Lastiri
Profesora de educación básica y Licenciada en Educación Especial, con estudios de la Maestría en Investigación y Desarrollo de la Educación de la Universidad Iberoamericana (MIDE). Doctora en Educación por la Universidad de Valladolid, España. Se ha formado en Diagnóstico Psicopedagógico en la Universidad Iberoamericana. Es miembro del Consejo Técnico del Instituto para Personas con Discapacidad de la Ciudad de México (INDISCAPACIDAD). Actualmente es Coordinadora de “Somos Uno Más”: Programa de Inclusión Educativa y Social para Jóvenes con Discapacidad Intelectual en la Universidad Iberoamericana.