Voluntad política y recursos: ¿es suficiente el presupuesto para educación en 2023?
María González de Castilla Gómez*
El presupuesto público y la voluntad política de un gobierno a menudo son reflejo el uno de la otra, y viceversa. Este artículo ofrece una mirada general sobre el PEF 2023, propone prioridades para la recuperación educativa post pandemia, y, mediante ejemplos, reflexiona sobre la voluntad política que se trasluce de su estructura. También aborda la importancia del análisis, conocimiento y difusión de la información sobre los presupuestos públicos como una herramienta para la participación de la sociedad civil y el fortalecimiento de la ciudadanía.
La crisis y la esperanza
En mayo de 2020 –con las medidas de confinamiento y el cierre de escuelas– hablábamos de que nos tocó vivir la gran pausa que puso al descubierto una crisis educativa que, si bien no comenzó con la pandemia, sí se hizo patente, originando una oportunidad única: la posibilidad de transformar profundamente la manera cómo funcionan la escuela y la educación.
Esta crisis educativa –develada por el confinamiento– cuestionó el rol de los diferentes agentes educativos, los métodos pedagógicos y las herramientas utilizadas para que alumnas y alumnos accedan a los contenidos y sigan aprendiendo, y, con ello, generó una oportunidad histórica para reinventar la escuela[i].
Conforme transcurrieron los meses fuimos testigos de cómo se flexibilizaron escuelas y familias: cambiaron los espacios vitales en hogares y se desarrollaron estrategias para acompañar el aprendizaje con los recursos que las comunidades escolares tuvieron a la mano. Desde la esfera pública, también se ofrecieron estrategias emergentes para atender las situaciones según se iban presentando.
En 2021, a un año del cierre de escuelas, el ensanchamiento de las brechas de inequidad ya era más que evidente[ii], y la ventana de oportunidad para transformar el sistema educativo poco a poco se nos escurría entre los dedos, cristalizando necesidades y urgencias que era primordial atender.
La recuperación de las personas y los aprendizajes
La certeza que nos queda es que las predicciones efectivamente se cumplieron. Las brechas de inequidad se ensancharon, afectando especial y diferenciadamente a mujeres y niñas, por la sobrecarga de los trabajos de cuidados, por un lado, y, por otro, por el incremento de la violencia propiciada por el confinamiento a personas con discapacidad y en los sectores socioeconómicamente más vulnerables. Ante esta situación, es fundamental que todos los esfuerzos de la política pública se enfoquen hacia la recuperación de las personas y los aprendizajes.
La recuperación de las personas se refiere, de manera literal, a la contención de la tendencia al fracaso escolar que expulsa a las personas del sistema educativo, pero también a la reducción del impacto socioemocional que la pandemia y las medidas de confinamiento han tenido sobre todas las personas que conforman las comunidades educativas.
Hoy, “hemos vuelto a la normalidad”, pero son evidentes las secuelas de ansiedad, depresión, burnout, entre otras afectaciones, que se manifiestan en niñas y niños, pero también en maestras, maestros y familiares que acompañan el aprendizaje.
La recuperación de los aprendizajes se refiere, por una parte, a la reducción de las brechas de aprendizaje, y por otra a la recuperación de los conocimientos sustantivos y necesarios que se dejaron de aprender durante el período de confinamiento, aun habiendo tenido acceso a contenidos y acompañamiento en el aprendizaje.
Atender estos asuntos implica la articulación de muchas otras acciones y propósitos. Entre otras generar diagnósticos claros, formar y acompañar a las y los docentes, garantizar el acceso a Internet y fortalecer la autonomía escolar. Para lograrlo, desde la política pública, se necesitan fundamentalmente dos cosas: voluntad política y recursos públicos.
El presupuesto público educativo 2023
Estos dos elementos son, las más de las veces, reflejos uno del otro: ¿Se puede decir que existe la voluntad política de atender algún problema público si no existen acciones planeadas para atenderla, o si estas acciones carecen de recursos públicos? La respuesta a esta pregunta podría ser: dime dónde asignas el presupuesto y te diré cuáles son tus prioridades.
Esta es una de las nociones más importantes y poderosas del análisis del presupuesto público: Más allá del discurso, al observar los presupuestos, su planeación, metas y la forma cómo se ejerce, o no, se deja al descubierto dónde está la voluntad política real de un gobierno.
Entonces, conocer y manejar la información sobre los presupuestos públicos no es tanto una cuestión de transparencia o combate a la corrupción como una herramienta importante de exigencia y un ámbito fundamental para la participación de la sociedad civil.
A más de dos años de la irrupción de la pandemia por COVID-19, y del cierre de las escuelas como medida para contenerla, en este contexto en el que sigue siendo fundamental trabajar para la recuperación de las personas y los aprendizajes ¿qué está pasando con el presupuesto público para educación?
Los datos recientemente publicados en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2023 (PEF 2023), y los análisis publicados al respecto [iii] nos muestran lo siguiente:
El presupuesto para educación se incrementará en un 5.1% con respecto al presupuesto aprobado en 2022. De este incremento, más de la mitad se destina al Programa La Escuela es Nuestra (LEEN), que es una muy pobre sustitución más presupuestal que de objetivos educativos– del Programa de Escuelas de Tiempo Completo (PETC), que sí contaba con estrategias claras para impactar positivamente los aprendizajes y con evidencias de lograrlo[iv]. Además el PETC brindaba atención alimentaria. Desde la implementación de LEEN, las escuelas de tiempo completo han quedado descubiertas, con ninguna posibilidad de incidir en las decisiones sobre el uso de recursos en las escuelas (si es que llegan a recibirlos).
Por otro lado, 30% del incremento presupuestal 2023 se orienta al “Programa de apoyos a centros y organizaciones de educación”, y no es claro cuál sería su impacto directo en la atención de las prioridades coyunturales, descritas arriba.
De aprobarse la propuesta del PEF 2023, las becas universales para la educación superior recibirán nuevamente un incremento presupuestal, a pesar de que se ha probado que no logran los beneficios que pretenden. La recomendación de estos estudios es focalizar los apoyos en quienes más lo necesitan y, con ello, contener el fracaso escolar y la deserción y contrarrestar el ensanchamiento de las brechas de inequidad que siempre han existido, pero que durante la pandemia se ensancharon más[v].
Con el incremento general del monto para educación, la propuesta del PEF parece reflejar la voluntad política de trabajar por la educación, pero los programas que más incremento reflejan son LEEN y el Programa de Becas Universales, que no contribuyen para la recuperación de las personas y los aprendizajes.
En suma, se incrementa el presupuesto educativo, pero éste no atiende las necesidades educativas.
¿Qué nos hace falta?
El tema del presupuesto pareciera ser una tarea exclusiva para técnicos especialistas, dada quizá la complejidad de los códigos que entraña este aspecto de la política pública. Pareciera que para el uso y difusión de esta información, en la sociedad civil y, en general, los ciudadanos necesitamos de especialistas que hagan la traducción e interpretación de estos, lo que no debiera ser así. Es necesario incentivar la participación de la sociedad civil en el conocimiento, análisis y difusión de la información sobre los presupuestos públicos, desde voces y perspectivas diversas. Esta es una tarea central para la construcción de una democracia participativa que vaya mucho más allá del sólo ejercicio del voto.
Por ejemplo, en MUxED nos hemos dado a la tarea de estudiar el presupuesto público educativo[vi], pues, ante la urgencia de atender los temas de igualdad de género –también desde el ámbito presupuestal– es cada vez más importante la formación y participación de un número creciente de personas que analicen el presupuesto desde y para las mujeres, con perspectiva de género.
Por último, ante la perspectiva presupuestal planteada desde la federación, es muy importante destacar que los gobiernos estatales tienen la posibilidad de estructurar sus proyectos de presupuesto de manera tal que no sean un mero reflejo del paquete económico federal, sino que verdaderamente subsanen las carencias y atiendan las necesidades educativas a partir de diagnósticos locales.
Ningún esfuerzo sobra en el largo camino que aún es necesario recorrer para la recuperación de las personas y los aprendizajes en educación, aunque las sugerencias en este texto van mucho más allá: apuntan al fortalecimiento de la participación de la sociedad civil y al trabajo sobre el presupuesto público con enfoque de género.
Redes sociales:
[i] Mexicanos Primero Jalisco (2020). La Educación en tiempos de pandemia. Visualizar las oportunidades y desafíos para la transformación educativa en Jalisco. Guadalajara, Jalisco.: Mexicanos Primero Jalisco, A.C. Recuperado de: https://mexicanosprimerojalisco.org/pdf/investigacin-covid.pdf
[ii] Rueda de prensa Jalisco Educado: ¿Cómo está la educación a un año del cierre de las escuelas? https://www.facebook.com/watch/live/?ref=watch_permalink&v=442450583657187
[iii] Fernández, M. A., y Herrera, L. N. (2022, septiembre). “Los pesos de la educación: la propuesta de inversión para 2023”. Nexos. Recuperado de https://educacion.nexos.com.mx/los-pesos-de-la-educacion-la-propuesta-de-inversion-para-2023/
[iv] Cabrera, Francisco, Juan Bedoya, Marcela Silveyra y Mónica Yáñez (2018) ¿Qué impacto ha tenido la política de autonomía de la gestión escolar sobre la calidad de los servicios educativos? Grupo Banco Mundial, Washington, D.C. https://documents1.worldbank.org/curated/en/462241542754975539/pdf/132267-repl-Impacto-Servicios-Educativos.pdf
[v] UNICEF (2017) Making Cash Transfers Work for Children and Families, New York. https://www.unicef.org/lac/sites/unicef.org.lac/files/2019-11/Making%20cash%20transfers%20work%20for%20children%20and%20families.pdf
[vi] Reconozco aquí a algunas compañeras del grupo de trabajo de MUxED: Martha Barrios, Janette Góngora, Lorena Turquie y Laura Nohemí Herrera, de quienes he podido aprender mucho en el último año.
*María González de Castilla Gómez
Integrante de MUxED. Psicóloga Social por la UAM-Iztapalapa y Etnomusicóloga por la UDG. Se ha desarrollado en el ámbito educativo desde la sociedad civil. Sus líneas de investigación son: música, política y juventudes. Actualmente es co-coordinadora del grupo de investigación Música, cultura y juventud(es) del Seminario de Investigación en Juventud de la UNAM, y directora de Educo, A.C. En MUxED coordina el grupo de trabajo sobre presupuesto educativo y género.