Mujeres, habilitadoras de sostenibilidad en las organizaciones

Marta Martín Núñez*

 

La sostenibilidad es crucial para el futuro, y tanto Europa como Latinoamérica están implementando marcos regulatorios para integrarla en las empresas. Las mujeres somos habilitadoras de sostenibilidad y, ejerciendo roles de liderazgo en esta materia, estamos transformando las corporaciones, incorporando prácticas más éticas y responsables, demostrando que la equidad de género es clave para un desarrollo empresarial sostenible y exitoso.


La sostenibilidad es urgente por muchas razones, especialmente si queremos que las generaciones venideras hereden un mundo con futuro. Europa ha comprendido esta necesidad y, el año pasado, aprobó un marco regulatorio para que la sostenibilidad sea un imperativo en el sector privado: la Directiva de Información Corporativa en Sostenibilidad (CSRD). Más de 50,000 empresas estarán obligadas a publicar, antes de 2028, sus avances en los tres ejes de la sostenibilidad: ambiental, social y de gobernanza. Lo harán bajo estándares homogéneos y de acuerdo con el principio de doble materialidad: el impacto de la empresa en el ecosistema y el impacto del ecosistema en la empresa.

En Latinoamérica, se observan avances significativos hacia la sostenibilidad corporativa. Colombia y Panamá han establecido su propia taxonomía. En 2023, México publicó su taxonomía ambiental y social y, en mayo de este año, el Consejo Mexicano de Normas de Información Financiera y Sostenibilidad lanzó las primeras Normas de Información de Sostenibilidad (NIS). 

La NIS A-1 define el marco conceptual y los estándares de calidad para la información de sostenibilidad, mientras que la NIS B-1 requiere la identificación y divulgación de indicadores básicos, ofreciendo métricas universales para evaluar el estado de sostenibilidad de una empresa. Además, Claudia Sheinbaum, presidenta electa, se ha comprometido a promover la inversión privada nacional y extranjera con un enfoque en la regionalización, innovación, transferencia tecnológica y sostenibilidad. Esto representará, sin duda, una clara ventaja en términos de inversión y aprovechará el “momentum nearshoring”.

Las empresas que interioricen esta realidad y cuenten con una estrategia de sostenibilidad sólida y alineada con su propósito tendrán claramente una posición destacada, especialmente en la cadena de valor. La inversión inicial que pudiera parecer desalentadora al principio sin duda tendrá un retorno relevante, no solo desde la perspectiva de la rentabilidad, sino también a nivel social y ambiental, que es lo que garantizará un futuro sostenible.

En este contexto, ¿cuál es la importancia de la mujer como habilitadora de sostenibilidad en las empresas y en el ecosistema social y ambiental?

Desde que la sostenibilidad se ha convertido en parte de la estrategia de negocio de las empresas, ha surgido una figura indispensable: el Director de Sostenibilidad. Es sorprendente ver cómo esta posición es ocupada en numerosas ocasiones por mujeres tanto en Europa como en Latinoamérica. Además, son las mujeres quienes lideran los roles de responsabilidad social corporativa y las fundaciones corporativas. Pareciera ser que las mujeres llevan el impacto social en su ADN.

Las compañías con liderazgo femenino tienden a ser más transparentes, éticas, diversas y, por lo tanto, más sostenibles en su enfoque hacia el desarrollo empresarial y social. Las mujeres aportan una perspectiva única y valiosa al liderazgo empresarial, priorizando una sostenibilidad de impacto que se basa en la rentabilidad y se aborda desde una óptica más humana. Las empresas dirigidas por equipos directivos femeninos no solo se preocupan por maximizar los beneficios financieros, sino que también valoran el bienestar de sus empleados, clientes, comunidades y el medio ambiente en su conjunto. En este sentido, la mujer no solo facilita un ambiente laboral más comprensivo y humano, sino también una sociedad más consciente, empática y enfocada en el bienestar comunitario.

Tomemos como ejemplo a compañías como Patagonia, Unilever, Cemex, Coca Cola, Femsa o Coppel. Lideradas por mujeres en altos cargos, estas empresas no solo están reduciendo su huella ambiental, sino que también están mejorando las condiciones laborales y promoviendo la responsabilidad social de maneras inspiradoras. Bajo la dirección de Rose Marcario, Patagonia puso la conservación ambiental y la ética en el centro de toda su cadena de suministro. En Unilever, líderes femeninas han sido la fuerza impulsora detrás de iniciativas que van desde la reducción de desechos hasta el empoderamiento de comunidades locales, creando un impacto positivo en innumerables vidas. En México, empresas icónicas como Cemex, Coca Cola, Femsa y Coppel están rompiendo barreras al tener a mujeres excepcionales liderando las direcciones de sostenibilidad e impacto social. Estas mujeres visionarias están transformando el panorama corporativo al implementar estrategias que no solo cuidan el medio ambiente, sino que también impulsan con pasión el desarrollo social y crean un valor significativo para todos sus grupos de interés. Con una determinación inquebrantable, están promoviendo el cambio, construyendo un futuro más justo y sostenible para todas y todos.

Estos ejemplos ilustran poderosamente cómo la perspectiva única de las mujeres en roles de liderazgo está transformando empresas, haciéndolas más sostenibles, inclusivas y responsables. Es un testimonio del impacto significativo que puede tener el liderazgo femenino en la creación de un mundo mejor para todos nosotros.

A pesar de los avances en la equidad de género en el mundo laboral en años recientes, es crucial reconocer que las mujeres aún enfrentamos obstáculos significativos que dificultan nuestro progreso en el ámbito corporativo. Sesgos arraigados y estigmas persistentes frecuentemente actúan como barreras invisibles que socavan los esfuerzos de las mujeres por avanzar en su carrera profesional y por contribuir al crecimiento e impacto de sus empresas, tanto a nivel corporativo como social y humano.

Estos desafíos se manifiestan de diversas maneras, desde la falta de oportunidades de desarrollo y promoción, hasta la brecha salarial y la dificultad para conciliar la vida laboral y personal, en ausencia de políticas de paternidad corresponsable. Además, la presión social y cultural impone expectativas irrazonables sobre las mujeres en el lugar de trabajo, contribuyendo a un mayor estrés, ansiedad y agotamiento emocional.

Es esencial abordar estos problemas de manera proactiva y efectiva. Es crucial desarrollar soluciones creativas, específicas y personalizadas que aborden las necesidades particulares de las mujeres en el ámbito laboral actual. Al valorar y fomentar un entorno de trabajo inclusivo que celebre la diversidad de género se maximiza el potencial de cada persona y se crean equipos más dinámicos y efectivos.

Las mujeres desempeñamos un papel fundamental en la transición hacia corporaciones más sostenibles. Por ello, promover la equidad de género no solo es una cuestión de justicia social, sino también una estrategia empresarial inteligente que impulsa la innovación, la productividad y el éxito organizacional en general. Asimismo, promover la inclusión y la equidad es la clave para avanzar hacia un mundo con un mayor equilibrio entre la generación de riqueza, el bienestar social y la protección del medio ambiente. Porque la sostenibilidad no es una tendencia ni una moda; es una necesidad urgente y real.

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LinkedIn: Marta Martín y TURNING POINT

Instagram: @martamartinflow y @turningpointc


*Marta Martín Núñez

Integrante de MUxED. Con más de 20 años de experiencia en el sector, es fundadora de Turning Point, la primera integradora de sostenibilidad corporativa y vinculación con grupos de interés que opera en México y la UE. Es integrante del consejo de Innovación y Transformación Digital de Amcham Monterrey, del IE Sustainability Leadership Hub, y mentora del “Executive Women Development Program”. Coordina el programa “Sostenibilidad Empresarial” en la Universidad CENTRO y dirige el comité de sostenibilidad de la Asociación de Mujeres Empresarias Megalópolis (AMMJE).




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