Reimaginar juntos los futuros de la educación
Rosa Wolpert Kuri*
El reporte de la UNESCO “Reimaginar juntos nuestros futuros: un nuevo contrato social para la educación” es una invitación a reflexionar sobre los sistemas educativos, sus logros, sus retos pero sobre todo, para echar a volar la imaginación, desarrollar nuevas formas de enseñar y aprender con enfoques inclusivos, equitativos y de calidad.
En noviembre del 2021 la Comisión Internacional de alto nivel convocada por la UNESCO, en 2019, publicó el informe Reimaginar juntos nuestros futuros: un nuevo contrato social para la educación, una iniciativa que tiene como objetivo repensar la educación y dar forma al futuro. La iniciativa está catalizando un debate mundial sobre cómo hay que replantear el conocimiento, la educación y el aprendizaje en un mundo de creciente complejidad, incertidumbre y precariedad. (UNESCO, 2021)
¿Pero, por qué necesitamos construir juntos un nuevo contrato social para la educación?
A partir de que se asumió a la educación como un derecho humano fundamental, se ha impulsado la expansión de los servicios educativos (públicos y privados), se han dado grandes avances en el acceso a la educación, se han visto esfuerzos por lograr la igualdad de género y la inclusión educativa, y por mejorar la calidad de la educación. No obstante, aún persisten desigualdades y retos en la calidad que ponen en riesgo el futuro de quienes no ejercen a plenitud sus derechos a la educación y al aprendizaje, y éste es, en efecto, el reto que enfrentaremos en los próximos años.
En el caso de México desde la década de 1950 se realizaron grandes esfuerzos por ampliar la cobertura. Para ello, se desarrollaron programas y modalidades educativas para dar atención a la diversidad de contextos y poblaciones en el país, entre ellos:a los estudiantes con discapacidad, a la población indígena, a los jornaleros agrícolas migrantes y a las poblaciones con menos de 2,500 habitantes. Las modalidades de educación comunitaria, indígena, telesecundaria y telebachillerato que forman parte del sistema educativo surgieron en momentos históricos con el firme propósito de llevar educación a todos los rincones del país.
Para una verdadera transformación educativa, hoy requieren revisarse estructuralmente, pues lo que en su momento fueron soluciones, hoy tienen problemas de enfoque y funcionamiento. Esto compromete la calidad de la educación que reciben los estudiantes y reproduce las desigualdades que afectan a los más desfavorecidos del sistema educativo. Lo que sucede en México no es exclusivo de nuestro país, es una realidad que se ve en otros países de la región de América Latina y del resto del mundo.
¿Por qué los esfuerzos para ampliar la cobertura de la educación no son suficientes para cumplir con las metas educativas? ¿Por qué si tenemos niveles de escolarización cercanos al 100% en educación básica, los estudiantes no logran desarrollar las habilidades esenciales de lectura, escritura, matemáticas y ciencias?
Aún no se han encontrado las mejores soluciones para estos desafíos. Por ello, necesitamos un nuevo contrato social para la educación, mediante el cual todas las personas contribuyan a la discusión aportando ideas, experiencias y soluciones para las respuestas que se requieren. Los sistemas educativos deben asumir el reto y buscar mejores formas de garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos. Y así responder a la meta comprometida por 193 países en los Objetivos de Desarrollo Sostenible planteados en 2015 en la Asamblea General de las Naciones Unidas. (ONU, 2015)
¿Cómo podemos reimaginar nuevos futuros para la educación? El reporte nos invita a reflexionar sobre los avances y retos en la educación; así como, a echar a volar nuestra imaginación para crear nuevas maneras de enseñar, tanto en los sistemas educativos formales como en otros espacios (físicos o virtuales) en donde se promuevan experiencias de aprendizaje innovadoras y pertinentes para afrontar los grandes retos de la humanidad.
En las últimas décadas y desde luego como consecuencia de la pandemia de COVID 19, hemos sido testigos de adelantos en tecnología educativa que pueden ser un parteaguas para avanzar en la equidad; siempre y cuando se focalice la inversión en disminuir las brechas de desigualdad de las poblaciones vulnerables. De igual manera, se ha visibilizado el gran esfuerzo de los docentes para acceder a distintas oportunidades formativas que les permitan innovar en su forma de enseñanza y en los recursos de comunicación que usan con los estudiantes. También se ha visibilizado el creciente esfuerzo de los padres de familia por involucrarse y participar de manera cercana en los procesos de aprendizaje de sus hijos.
Las oportunidades de formación y aprendizaje para los jóvenes y adultos que buscan mejorar sus competencias para el trabajo se han ampliado y diversificado considerablemente. Los sistemas de gestión educativa también han incorporado nuevas tecnologías e innovaciones que permiten tener mejor control y seguimiento de los procesos administrativos y de gestión escolar.
Los avances y la innovación en la investigación de las neurociencias y en el desarrollo de sistemas de evaluación del logro educativo permiten identificar los retos en el aprendizaje de los estudiantes, las pérdidas de aprendizaje durante la pandemia y, a partir de ello, idear programas y estrategias de atención focalizadas para la consecución del logro de los aprendizajes esperados.
Es el momento de recuperar todo lo bueno que hay en los sistemas educativos para sistematizarlo y compartirlo con quienes más lo necesitan, promover el trabajo colegiado entre los maestros, recuperar la innovación generada durante la pandemia en lo que respecta a la educación a distancia y el uso de tecnologías de la educación, conservar el entusiasmo e involucramiento de las familias, potenciar el desarrollo de las competencias digitales docentes y dar voz a los estudiantes, que deben ser los agentes de cambio y estar al centro de la transformación educativa.
El llamado que hace la UNESCO es resultado de una consulta global que alcanzó más de un millón de participaciones de docentes, estudiantes, autoridades educativas, familias, del sector privado, de la sociedad civil y de líderes de diferentes sectores de todo el mundo. La intención del reporte es movilizar la inteligencia colectiva para analizar el rumbo de la humanidad y del planeta, resaltando la educación como una prioridad en la respuesta a los grandes retos de la humanidad de tal manera que la escuela sea el espacio para generar conocimiento y creatividad que ayude a disminuir las divisiones y formar una ciudadanía comprometida con la solidaridad humana y la sostenibilidad del planeta.
Invito a lectores y personas interesadas a echar a volar la imaginación, a romper paradigmas y a poner en práctica ideas novedosas que promuevan el cumplimiento de las metas educativas, a compartir sus experiencias y evidencias entre todos los convencidos de que la educación es la vía para transformar vidas; y, que comparten con la UNESCO que la educación es esencial para consolidar la paz, erradicar la pobreza el impulsar el desarrollo sostenible.
El conjunto de estas mejoras nos hará una sociedad más comprometida con nuestro futuro y nos llevará a ese sueño en el que absolutamente todas y todos ejerzamos el derecho a la educación y el derecho de aprender a lo largo de la vida.
Redes sociales:
Referencias
UNESCO (2021). Reimaginar juntos nuestros futuros: un nuevo contrato social para la educación. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000381560
ONU (2015). Agenda de desarrollo sostenible. https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/education/
*Rosa Wolpert Kuri
Integrante de MUxED, pedagoga con maestría en liderazgo educativo, cuenta con una experiencia profesional de más de 25 años en educación. Trabajó en planeación educativa en la SEP, como consultora en Valora Consultoría, S.C. y en UNICEF en evaluación e implementación de instituciones y programas educativos. Desde hace siete años, es Oficial Nacional de Educación en UNESCO México y es responsable de establecer alianzas y convenios de colaboración con distintos niveles de gobierno, sector privado e instituciones académicas para apoyar el diseño e implementación de políticas públicas encaminadas al cumplimiento de las metas globales de educación.