Atención a Docentes:  Una deuda del Estado Mexicano

Patricia Ganem Alarcón*

 

El sistema educativo mexicano ha enfrentado desafíos significativos en su evolución, desde sus inicios hasta la actualidad. La formación de docentes en el país ha sido una preocupación constante, marcada por esfuerzos gubernamentales para establecer un sistema educativo sólido. En mayo, el mes dedicado a las maestras y los maestros, es crucial reconocer su contribución histórica y redoblar los esfuerzos para garantizar condiciones laborales justas y un entorno propicio para su desarrollo profesional. La excelencia educativa en México depende, en gran medida, del cuidado y apoyo que se brinde al colectivo docente.


Abordar el tema de la docencia no puede limitarse a unas pocas líneas. Además de proporcionar una breve introducción al tema y repasar la formación inicial docente en México, es importante destacar los factores que influyen en el desarrollo de su labor y las causas que pueden llevar a que abandone el aula.

La historia de la formación inicial en México ha estado marcada por respuestas gubernamentales que han surgido como resultado de la necesidad de educar a un país que ha debido enfrentar los desafíos de construir un estado-nación. La consolidación de nuestra nación ha exigido una amplia gama de esfuerzos, entre otros la búsqueda de estabilidad social y económica, la construcción de instituciones, la consolidación de figuras políticas y culturales, o la integración de una visión común de nación.

Los esfuerzos más sistemáticos para construir un sistema educativo comenzaron en 1921, con la creación de la SEP, y se centraron en la provisión de infraestructura, materiales educativos y recursos para las escuelas establecidas con esfuerzos estatales, municipales, privados y, en muchas ocasiones, con la colaboración de familias y docentes deseosos de tener una escuela en su comunidad. Sin embargo, estos esfuerzos fueron desorganizados, pues no provenían de un plan consolidado. En esta construcción del sistema educativo tampoco se tuvo en cuenta los procesos educativos de culturas originarias y con dificultad se identificaron las necesidades y recursos disponibles para abordar los grandes desafíos de cobertura y calidad educativa para toda la población.

A medida que se construían más escuelas, se hizo evidente la necesidad de contar con docentes capacitados para educar a la población estudiantil. Con el tiempo, México reconoció la importancia de formar de manera rigurosa a los encargados de la educación de las niñas y niños mexicanos. La creación de escuelas normales, como la Escuela Normal Veracruzana en 1886, la Escuela Normal de Chiapas el 24 de febrero de 1931 y la Escuela Normal de Coahuila el 10 de junio de 1944, fue fundamental para profesionalizar el trabajo docente.

A partir de 1900, las escuelas normales de educación básica y superior se multiplicaron en todo el país, pues la demanda de docentes crecía a pasos agigantados. En 1940, en México había aproximadamente 65,358 docentes; para 1960, su número ascendió a 145,377; y para el ciclo escolar 1990-91, aumentó a 1,113,495 docentes. En el ciclo escolar 2023-2024, 30 años después, esa cifra casi se duplicó. Así, en el país hay hoy 2,045,591 de maestras y maestros en todos los niveles educativos. Estas cifras reflejan el crecimiento vertiginoso del sistema educativo nacional.

Asimismo, en este ciclo escolar se atienden a 33,062,447 estudiantes, desde la educación inicial hasta la superior. De acuerdo con los datos de la siguiente tabla, la docencia tiene más rostro de mujer. Hay 1,256,810 profesoras (el 61.4%)  distribuidas en diferentes niveles educativos. Solo en educación superior el número de profesores es mayor al de profesoras.

 
 

En el panel de alto nivel sobre la Profesión Docente del Secretario General de las Naciones Unidas, que tuvo lugar en la Sede de las ONU en Nueva York, los días 14 y 15 de septiembre de 2023, se enfatizó que “el éxito de los sistemas educativos está directamente relacionado con el éxito de la profesión docente”.  Durante este panel se identificaron factores que contribuyen al bienestar y la dignidad de cada docente. Entre los primeros se incluyen salarios dignos, condiciones laborales decentes, oportunidades de desarrollo profesional, recursos adecuados para la enseñanza y el aprendizaje, seguridad laboral y autonomía. Por otro lado, los factores que afectan a la dignidad de las maestras y los maestros abarcan salarios justos, disponibilidad de tiempo personal, trabajo significativo, diálogo social, progreso profesional, distribución equitativa de estudiantes y seguridad en el empleo.

Si aspiramos a tener a los mejores educadores en las aulas, es crucial evaluar si estamos proporcionando estas condiciones para los maestros y las maestras en la actualidad y en el futuro. En ese sentido es fundamental evitar la deserción docente (9.06% en  primaria y 5.71% en secundaria[1]) debida a diversas dificultades, como: mantener la disciplina en el aula, colaborar con colegas que tienen visiones educativas diferentes, dedicar tiempo suficiente a la planeación, contar con habilidades tecnológicas y metodológicas necesarias para la enseñanza, saber atender a estudiantes con alguna discapacidad o dificultad para aprender, y poder responder a las múltiples exigencias administrativas.

En México, es necesario realizar una revisión exhaustiva de la formación inicial de nuestros maestros, así como de las condiciones en las que desempeñan su labor, las cuales deben adecuarse a las necesidades específicas de las comunidades que atienden. También es crucial garantizar su actualización constante. El Estado mexicano tiene una deuda pendiente con el colectivo docente. Es imperativo actuar de manera rápida y coordinada, involucrando a todos los sectores relevantes (federal, estatal, municipal, privado, investigadores, sociedad civil, normales, sindicatos, entre otros), si deseamos ofrecer una educación de excelencia a las niñas, los niños, adolescentes y jóvenes.

Concluyo reiterando lo expresado en el Panel de Alto Nivel sobre la Profesionalización Docente: “Los docentes son el elemento central en la transformación de los sistemas educativos. Sin embargo, los docentes no trabajan solos. Para ser eficaces, necesitan un entorno propicio y un apoyo social integral para su labor:

  • Los gobiernos deben desarrollar políticas económicas y sociales que apoyen la enseñanza y el aprendizaje mediante una financiación adecuada y equitativa para la educación y el aprendizaje permanente.

  • Los gobiernos deben implementar plenamente derechos habilitantes para la educación y el trabajo decente para los docentes.

  • Los objetivos educativos deben apuntar a promover vías de aprendizaje variadas y bien respaldadas para tener éxito en la vida.

  • Los gobiernos deben adoptar, implementar y revisar periódicamente, según sea necesario, políticas nacionales docentes integrales y holísticas, alineadas con las prioridades nacionales y la estrategia y el plan educativo general, a través del diálogo social con organizaciones representativas de docentes y en consulta con otras partes interesadas.

  • Los gobiernos deben establecer comisiones nacionales u otros mecanismos, que deberían incluir a las autoridades financieras pertinentes, representantes de las organizaciones de docentes y otras partes interesadas relevantes, para evaluar y abordar la escasez de docentes adecuadamente capacitados.

  • Los gobiernos deben desarrollar y mantener un Sistema de Información y Gestión Docente alineado con los sistemas de información de gestión educativa.” (OIT, 2024)

En el mes en que celebramos el Día del Maestro, todas las integrantes de la Red de Mujeres Unidas por la Educación deseamos reconocer la enorme contribución histórica de las maestras y  los maestros a la construcción del sistema educativo nacional y felicitarles por sus esfuerzos diarios para guiar al estudiantado de nuestro país.

Gracias y felicitaciones.

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URL: Grupo Loga

Fundación SM (2023, noviembre 7). Educobarómetro. El Profesorado en México 2023. Observatorio de la escuela en Iberoamérica (OES); Fundación SM. https://oes.fundacion-sm.org/investigacion-del-oes/el-profesorado-en-mexico-2023/

Grupo de Alto Nivel sobre la Profesión Docente del Secretario General de las Naciones Unidas: Recomendaciones y resumen de las deliberaciones (2024). (2024, febrero 23). International Labour Organization. https://www.ilo.org/es/publications/grupo-de-alto-nivel-sobre-la-profesion-docente-del-secretario-general-de

Martínez Olivé, Alba  Emociones y valores de los maestros mexicanos de educación básica. Observatorio de la escuela en Iberoamérica, Fundación SM. https://oes.fundacion-sm.org/investigacion-del-oes/emociones-y-valores-de-los-maestros-mexicanos-de-educacion-basica/

MEJOREDU (2023). Indicadores nacionales de la mejora continua de la educación en México. https://www.mejoredu.gob.mx/images/publicaciones/indicadores-nacionales-2023.pdf

SEP (2024) Principales Cifras 167. (s/f). Gob.mx. Recuperado el 2 de mayo de 2024, de https://www.planeacion.sep.gob.mx/principalescifras/

UNESCO (2024). Global report on teachers: addressing teacher shortages and transforming the profession. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000388832


[1] UNESCO, 2024.


*Patricia Ganem Alarcón

Integrante de MUxED.  Directora y fundadora de Grupo Loga y de Suma por la Educación, forma parte del equipo de Educación con Rumbo y del Consejo Ciudadano de MEJOREDU. En COPARMEX preside la Comisión de Educación de CDMX y es Vicepresidenta de Educación Básica de la Comisión Nacional de Educación. Es integrante de la Red Nacional de Capacitadores y Profesionales de la Educación y del Congreso Iberoamericano de Educación Científica, entre otras organizaciones. En SEP fue Secretaria Técnica del CONAPASE y Directora General para la Interlocución con los Docentes.




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